El Tíbiri

El Tíbiri esta ubicado: Carrera 70 No. 43B-01. Medellín

El 6 de agosto de 1992 nació el Tibiri, un pequeño sótano que congregó a la comunidad salsera de la ciudad.

A las 10 de la noche llegan a la 70 personajes de todos los estratos y edades: estudiantes universitarios, trabajadores, profesores y extranjeros que renuncian al aire frio de la noche para ingresar al Tíbiri, donde las paredes sudan al igual que la gente.

Con o sin pareja las noches comienzan escuchando y bailando la salsa de oro, la clásica, esa salsa que invita a mover el cuerpo con rapidez.

El tiempo pasa y llegan las doce. Las luces se prenden para recibir el acto de dos amantes a la salsa. Moviendo los pies y el cuerpo de maneras que rayan con lo extravagante se roban los aplausos y los billetes de la gente. Después se apagan las luces y sigue la fiesta hasta que el reloj marca las 4 de la mañana.

Desde el martes el Tibiri abre sus puertas, en semana los novatos pueden tomar clases de baile y el fin de semana escapan al aburrimiento y a la soledad sudando bajo las paredes rojas donde los hombres no conciben ver a una mujer sentada.

Recomendaciones

Si quieres ir al Tibiri acepta al sudor como tu compañero.

Toma cerveza para la sed y el calor.

Lleva zapatos cómodos para bailar.

Puedes ir solo o acompañado: en el Tibiri nunca te quedarás sin pareja.

Si estás buscando un lugar elegante elige otra vez.

Olvídate de la salsa romántica y la que está de moda. En el Tibiri escucharás sólo esa salsa clásica, la brava, la pesada, esa que te exige un buen estado físico para soportar toda una noche en este lugar.

Al Tíbiri Tábara no se llega, se desciende. Es un sótano viejo y sudoroso.

"Las paredes sudan", cuentan los que van por primera vez y se ahogan en ese aire mezclado de humedad, trombones. En cambio, los que han ido desde que comenzó a sonar la "sandunga", hace 20 años, saben que no es que las paredes suden, sino que bailan, al ritmo rabioso de Joe Cuba o René Grand.

El Tíbiri es un volcán que explota todas las noches a las 10 en punto. Su fundador es Tito Montoya, creador de la orquesta 'Pachanga y Son', pero el dueño es Hoover Roldán López, quien cuando lo tomó no sabía ni qué música se ponía allá adentro.

#video